La educación inclusiva se ha consolidado como un pilar fundamental en las políticas educativas contemporáneas, buscando garantizar el derecho de todos los estudiantes a una educación de calidad, equitativa y participativa, sin distinción de sus características o condiciones. En este marco, la atención a la diversidad emerge como un desafío y una oportunidad para transformar los sistemas educativos, haciéndolos más flexibles, accesibles y pertinentes.

Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) representan una de las neurodivergencias que, en los últimos años, ha cobrado mayor visibilidad y requiere una respuesta educativa especializada y sensible. El aumento en el diagnóstico de TEA a nivel global, sumado al reconocimiento de la neurodiversidad como una forma de expresión de la variabilidad humana, exige que los profesionales de la educación cuenten con herramientas y conocimientos específicos para abordar las necesidades particulares de estos estudiantes. A menudo, las prácticas educativas tradicionales no contemplan la diversidad de perfiles de aprendizaje presentes en el espectro autista, generando barreras que dificultan su plena participación y desarrollo.

Esta diplomatura se justifica en la imperiosa necesidad de formar profesionales de la educación capaces de diseñar e implementar estrategias pedagógicas inclusivas y efectivas para estudiantes con TEA. Si bien existe un creciente interés en la inclusión educativa, la formación específica en el abordaje del autismo en el ámbito escolar sigue siendo insuficiente. Muchos docentes y equipos de apoyo se encuentran con la complejidad de las necesidades de estos estudiantes sin contar con la capacitación adecuada para responder a ellas de manera óptima.